martes, 16 de septiembre de 2014

PRIMARIAS


Según la RAE, la palabra democracia tiene cinco acepciones:

1.- Forma de gobierno en la que el poder político es ejercido por los ciudadanos.
2.- País que tiene esta forma de gobierno.
3.- Doctrina política según la cual la soberanía reside en el pueblo, que ejerce el poder directamente o por medio de representantes.
4.- Forma de sociedad que practica la igualdad de derechos individuales, con independencia de etnias, sexos o credos religiosos.
5.- Participación de todos los miembros de un grupo o de una asociación en la toma de decisiones.



Voy a ceñirme en esta ocasión a la última acepción. Una de las múltiples razones que me llevaron a afiliarme al Partido Socialista es precisamente ésta; los militantes del PSOE elegimos democráticamente quién queremos que dirija nuestros órganos internos, y de la misma forma elegimos quién va a ser nuestro cabeza de lista en las distintas instituciones.

Es verdad que nuestro sistema de elección es mejorable, pero tiene gracia, por no decir bemoles, que las mayores y más feroces críticas al mismo vengan de partidos que no comparten esta afición por la democracia interna.

Sintiéndome afortunado por tener la posibilidad de participar, como elector o como aspirante, en un proceso de primarias que muchas fuerzas políticas no ponen a disposición de sus militantes, no por ello voy a dejar de expresar mi malestar por uno de los aspectos que en mi opinión más entorpece o dificulta el proceso; estoy hablando de los avales.

Estando de acuerdo en que un exceso de candidatos sería un guirigay, el hecho de que en determinadas ocasiones no se pueda presentar un segundo o tercer candidato por no llegar al número de avales exigido, empobrece el proceso y hace que mucha gente, externa e internamente, dude sobre la legitimidad del mismo.

Y es que en agrupaciones pequeñas, de menos de 200 afiliados, como la mía, es complicado llegar al apoyo previo y explícito del 20% de la militancia. Porque mientras el voto es secreto, el aval en cambio te posiciona en uno u otro lado, y muchos de los militantes, que si están dispuestos a votar, se niegan a dar su aval a uno o a otro por temor a ser catalogados como de una u otra familia, de ser incluidos en uno u otro grupo o de ser afines a una u otra sensibilidad.

Supongo que gente más sesuda que yo sería capaz de darme docenas de argumentos en contra de la reducción del número de avales para la elección del candidato a la alcaldía, pero a mí me seguirá pareciendo que éstos, el elevado número de avales necesarios, son una palo en las ruedas del carro del cambio que nuestro Partido parece haber tomado.

Sabiendo que la mayoría de mis compañeros de la Agrupación Socialista de Arganda son partidarios de los procesos de primarias, les pido desde esta humilde tribuna que avalen sin miedo y sin ningún tipo de recelo para facilitar un proceso transparente y ejemplar.

Sería todo un ejemplo de salud democrática que en la votación que tendrá lugar el próximo 19 de octubre tuviéramos la oportunidad de elegir entre dos, tres, cuatro o incluso los cinco candidatos que el sistema permite.

Facilitaría mucho la obtención de avales, y por tanto la concurrencia de varios candidatos que enriquezcan el proceso, que el candidato propuesto por el Comité Local, el Concejal desde hace más de siete años, Guillermo Hita, renunciara a su derecho de recoger avales entre la militancia y usara para ser nombrado candidato el aval del 51% de los miembros del Comité Local que le apoya sin ambages.

2 comentarios:

  1. Todo parece indicar según se dice que Guillermo Hita será el candidato del PSOE de Arganda. Le pides que no recoja avales, pero no nos das tu opinión sobre él. ¿Qué opinión te merece, tu que le conoces?

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    1. Es uno de los posibles candidatos. Hasta el lunes no se sabrá cuantos habrá, espero que varios. Cuando conozca quienes son me decantaré por uno o por otro. El que sea elegido por la mayoría será mi candidato como no podía ser de otra forma.

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