sábado, 23 de junio de 2012

UN VECINO RUIN EN UNA CIUDAD EN RUINAS

El pasado sábado escribía en mi Twitter Tienen razón; la culpa es nuestra y nos merecemos esta política salvaje. Hemos votado al PP por encima de nuestras posibilidades.

En pocos minutos apareció una de los múltiples trolls que utilizan desde el Partido Popular de Arganda, que como su ínclito líder nunca dan la cara no vaya a ser que no se la devuelvan. Debe de ser que como en el tuit aparecía el verbo votar, a esta demócrata convencida le pareció un insulto gravísimo y me lo hizo saber tachándome de ruin.

Si uno consulta en el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, esa que dice que la unión entre personas del mismo sexo se llama matrimonio, encuentra hasta ocho acepciones para la palabra ruin: Vil, bajo y despreciable. Pequeño, desmadrado y humilde. Dicho de una persona: Baja, de malas costumbres y procedimientos. Dicho de una costumbre o de una cosa: mala. Mezquino, avariento. Dicho de un animal: Falso y de malas mañas. Extremo de la cola de los gatos, que suele arrancárseles violentamente, suponiendo que así crecen. Coloq. Reyezuelo. Juzguen ustedes si mi reflexión en 140 caracteres merece o no tales calificativos.

Sin embargo, este incidente en la red me hizo reflexionar sobre lo que podemos calificar o no de ruin, y me acordé de un par de hechos que viví la semana pasada y que tan sólo por falta de tiempo no se habían convertido en un post.

El jueves 21 fui como cada día a recoger a los nenes a La Milagrosa. Fui un poco antes de lo normal porque quería repartir entre las madres y padres las octavillas que había preparado el PSM sobre la herida de muerte que Esperanza Aguirre y Mariano Rajoy le están provocando a la Educación Pública. El que no tenga hijos en edad escolar a lo mejor no sabe dónde está el CEIP Ntra. Sñra. de la Milagrosa; es ese edificio de ladrillo visto que se encuentra en lo alto de la calle con el bache más grande de todos los tiempos y que lleva así más de dos años sin que el Ayuntamiento haga nada con él. En al menos dos ocasiones he dirigido al Consistorio una petición expresa para que lo arreglen, y me consta que otros padres y vecinos lo han hecho también ya que supone un tremendo peligro para los cientos de niños que cada día pasan por allí.

No estoy diciendo que el Alcalde de Arganda quiera provocar accidentes, lo que sucede es que él y su predecesor, el dimitido por su imputación en la trama Gürtel, Ginés López, se gastaron el dinero de todos en llenar bolsillos propios y ajenos, descuidando por completo los servicios de la ciudad.

No se asfaltan las calles pero tampoco se mantienen los árboles, y ese jueves a las 12:45 y con un viento que no superaba los 15 km/h, una rama de más de tres metros caía sobre un grupo de padres y madres que esperaban la salida de sus hijos, y no provocaba una desgracia porque un cable eléctrico interrumpía su camino en el último momento.

¿Puede calificarse de ruin gastarse cientos de miles de euros en urbanizar unos terrenos para organizar un macrofestival musical una vez cada dos años, que no aporta ningún beneficio para Arganda, y dejar que la Divina Providencia (que trabaja gratis) proteja a los vecinos de los fatales accidentes provocados por la falta de dinero en las arcas del Ayuntamiento? Juzguen ustedes; saben mi respuesta.

Un día antes, el miércoles 20, no asistí a la manifestación contra los recortes convocada en Madrid porque a esa misma hora, en el auditorio Montserrat Caballé, los chicos y chicas que allí cursan sus estudios musicales y los profesores y profesoras del conservatorio celebraban su concierto de despedida. Y celebraban su concierto de despedida porque Pablo Rodríguez Sardinero, a la sazón Alcalde de Arganda, y Francisco Javier Díaz, Concejal de educación y Cultura, han decidido que las enseñanzas musicales son un gasto prescindible y sin presentar ni una sola cifra veraz que justifique tal medida han decidido cerrar el conservatorio que lleva más de 10 años funcionando con gran acogida por parte de los vecinos.

El concierto fue realmente emotivo y estuvo lleno de talento. De lo que no estuvo lleno es de representantes del Partido Popular ya que ninguno de sus ediles tuvo el decoro de asistir a la despedida. Obviamente canalla fue el calificativo más suave que utilizó entre el público cuando entre lágrimas se referían al responsable de la tropelía.

¿Puede calificarse de ruin truncar la carrera musical de decenas de chavales porque sus padres no puedan permitirse desplazarse varias veces por semana 30, 40 ó 50 kms para continuar con sus estudios? ¿No es más ruin aun mentir, mentir y mentir para justificar lo injustificable?

Aun a riesgo de que vuelvan a tacharme de ruin o de cosas peores, me ratifico en mi afirmación. En España, en la Comunidad de Madrid y sobre todo en Arganda del Rey, hemos votado al PP por encima de nuestras posibilidades.

1 comentario:

  1. Querido amigo, no hace mucho tiempo que le afeé, con perdón, su impulsiva tendencia a escribir desde posiciones tremendistas, que le van alejando de sus acertados escritos iniciales. Verbigracia, este post. En su descargo tengo que admitir que una acusación de ruindad por utilizar un personaje ficticio -¿pero no era @fonzie75 el alter ego de Guillermo Hita? ¿Para cuándo una guía de seudónimos argandeños en twitter?- para zaherir al ufano equipo de gobierno argandeño, combinada con el calor africano que cae sobre nosotros de manera inmisericorde, puede producir una reacción impulsiva que le lleve a no ver las cuestiones con la distancia recomendable. Nada mejor les puede servir a ustedes -se lo digo de cargo orgánico cesante a cargo orgánico latente- que el hecho del cierre del conservatorio -un concierto de percusión más y lo incendio yo mismo- como epítome de este año y de los tres que están por venir. ¡Pero si se lo están poniendo que ni a Felipe II! Ítem más, el asfalto levantisco de la calle Leonor de Cortinas, metáfora del descuido de la ciudad.

    Vuelvo al inicio. ¿Le han llamado ruín? Vaya cosa. Rételes a un duelo a primera sangre en la Carpa Vip del Rock In Río. Claro que estará en minoría. En franca minoría.

    Un saludo.
    @igrequena

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