Son curiosas las cosas que hacemos los padres divorciados y parados. Hoy, por primera vez, he llevado a Julián a catequesis y he de reconocer que ha sido toda una experiencia. Después de lo que he escrito otras veces sobre la Iglesia quizá algunos me critiquéis y penséis que soy un hipócrita, pero puestos a elegir anacronismos, mejor una primera comunión que una corrida de toros. En ambas puedes ver gente vestida de forma estrafalaria, pero en los toros la sangre es de verdad y en la iglesia, por mucho que se hable de la sangre de Cristo, resulta que en realidad es vino. Y no estoy diciendo que el clero no nos chupe la sangre, que lo hace, pero no de forma literal, sino a base de subvenciones y desgravaciones fiscales.
Creedme si os digo que me dará pena cuando se acaben las tardes de catequesis. Pero no me dará pena por el hecho en sí, que como comprenderéis, para un hombre de mi fe, la educación religiosa me importa lo mismo que al Partido Popular la educación pública. Me dará pena porque la catequesis en la parroquia se acabará, no porque dejemos de creer en supersticiones, que ya se sabe que Spain is different y aun nos queda para eso, sino porque no hará falta, ya que cuando el PP consiga su objetivo de eliminar la educación pública, no nos quedará más remedio que llevar a nuestros hijos a colegios privados donde la educación católica venga de serie. Resultará paradójico vivir en un país aconfesional con formación dogmática obligatoria.
Pero no era mi intención hacer una crítica a las políticas ultraconservadoras que padecemos, aunque últimamente, no sé por qué, todo lo que escribo me sale así. Simplemente necesitaba entretenerme la hora de espera hasta que saliera el nene y me resultó curiosa la imagen que ilustra este post. Es lógico que un hombre de poca fe como yo prefiera Linkedin a una plegaria a San Judas Tadeo para encontrar un nuevo empleo, lo que no me parece tan lógico es que el obispado no tenga la fe suficiente y ponga un pararrayos desluciendo la cruz que corona la iglesia; que una cosa es enviar algo de lluvia, que falta hacía, y estropear el espectáculo de las procesiones de Semana Santa, y otra bien distinta reventar una iglesia lanzando un rayo ¿O tal vez no se fían del cargamento de pecados capitales que portan curas y feligreses?
Mateo 22, 15-22
ResponderEliminarÉl les dijo: "Pues dad al césar lo que es del césar y a Dios lo que es de Dios"
Lejos de mi ánimo corregirle a usted en su post pero mucho me temo que la existencia de ese pararrayos de puntas no deviene de una falta de fe en la autoprotección de la parroquia de San Sebastián Mártir de la ira de Dios sino de la obligación de satisfacer lo exigido en el Documento Básico SUA8 del Código Técnico de la Edificación aprobado por los émulos del césar de la parábola.
Dado el tipo de edificio del que se trata, del uso que alberga, de su altura, de su lejanía relativa respecto de otras edificaciones y de su solución constructiva, es altamente probable que su nivel de protección debido a la eficiencia requerida sea menor de 3, cifra mágica que obliga al pararrayos que afea el remate de la cruz.
Por otro lado celebro su acercamiento, siquiera tangencial, a la vida parroquial en su versión de preparación para la primera eucaristía y le animo en su persevarancia en la misma. Nunca es tarde y si no vea el ejemplo de Saulo de Tarso.
Un saludo.
@igrequena
Hay a mucha gente que le gusta hacer bromas a los demás pero no entienden el doble sentido de otros .Entiendo que cada cual puede pensar de manera diferente pero me revelo contra los del pensamiento único y se meten a discutir o intentar ridiculizar al otro porque no está de acuerdo con lo que escribe.
ResponderEliminarAhora introduzco otra manera de ver las cosas, como esposa, madre, hija y un largo etc.. soy creyente y me gustan los toros pero no estoy de acuerdo con tantos y tantos privilegios que tiene la iglesia en un pais aconfesional desde hace 40 años, ¿ porqué estos privilegios?.Ahora quiero explicaciones seudocientíficas como la anterior. Seamos serios y aceptemos todos los pensamientos, ideas y creencias de cada cual sin intentar ponernos pedantes, ni autoritarios."