Llevo todo el día con la intención de escribir mi entrada número 100 para el Blog pues me ronda la mente una de mis gracietas. Sin embargo, ahora que tengo tiempo, con los niños cenados y acostados, no tengo cuerpo para ello.
Esta tarde he tenido la inmensa fortuna de escuchar las desgarradoras palabras de dos grandes luchadoras. Hoy he tenido la enorme suerte de compartir las vivencias de Aurelia Jerez, madre de un niño de 6 años gran dependiente, y de Eva Nasarre, a la que los que tenemos cierta edad recordábamos del programa Puesta a Punto y que hoy es una persona dependiente, pero con un coraje que ya quisiera yo para mí.
Nos han contado de primera mano cómo les han llenado de copagos y repagos. Nos han contado como les han recortado drásticamente las prestaciones. Nos han contado como les han privado de las cotizaciones a la Seguridad Social. Nos han explicado cómo la privatización de los servicios está dejando fuera por falta de recursos a muchos de ellos. Nos han dado datos de las crueles listas de espera disuasorias que provocan la muerte de muchos de los dependientes antes de llegar a recibir las ayudas concedidas. Etcétera, etcétera, etcétera.
Recortes, privatizaciones, subidas de impuestos, fechorías de un Gobierno que nos afectan a todos, pero que si ya son duras para las personas que podemos valernos por nosotros mismos, imagínense ustedes como lo están pasando todas aquellas personas que necesitan de otro para realizar sus actividades cotidianas. Piensen también en como afectan estos recortes a todos aquellos que han tenido que dejar sus trabajos para dedicarse al cuidado de sus familiares.
En estos casos, la crueldad de los recortes es de un nivel tal que solo se me ocurre compararla con la colocación de cuchillas en las vallas que 'protegen' nuestras fronteras y que laceran la piel de los que huyen de la miseria en busca de un mundo mejor.
Después de escuchar a estas dos grandes mujeres hablar del cambio que supuso en sus vidas la aprobación en 2006 de la Ley de Dependencia, se te caen los palos del sombrajo cuando ves la alegre ignorancia de los que van por ahí pregonando que todos los políticos son iguales mientras portan carteles con sesudos eslóganes como el PPSOE. Algo falla en esta sociedad si no somos capaces de distinguir entre quien te pone comida en la mano y el que te la muerde.
Como siempre, excelente y recomendable
ResponderEliminarNo quito ni pongo una como a tu magnífico escrito. Un abrazo Roberto
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