Si yo fuera cronista de un periódico tendría que empezar esta entrada diciendo que ayer los vecinos de Arganda se concentraron pacíficamente frente a su Ayuntamiento para protestar contra el elevado Impuesto de Bienes Inmuebles en un número que varía según la fuente a la que consultes; cerca de 2.000 personas aseguran los organizadores; tres y el del tambor corrigen fuentes municipales.
Yo no se si llegamos a 2.000 los que nos concentramos en la Pza. de la Constitución, pero desde luego allí había mucha, muchísima gente. Un mangurrino como este que escribe nunca había vivido una cosa parecida en Arganda.
Como decía, no sé si el número se aproximaba más a 1.000, a 1.500 o a 2.000 personas, pero lo que es seguro es que lo que allí había eran vecinos. Vecinos unidos contra la injusticia de un impuesto, al cual muchos no pueden hacer frente, y que a todos nos parece elevado. Vecinos unidos contra un IBI que habrá subido nada más y nada menos que un 100% en el periodo 2005-2015.
Desde esta modesta tribuna me gustaría felicitar a los promotores de la protesta pues han conseguido reunir precisamente eso: vecinos.
Ayer, frente a la Casa Consistorial estábamos jóvenes, niños, jubilados, adolescentes, (...); estábamos parad@s, funcionari@s, maestr@s, cociner@s, enfermer@s, am@s de casa, comerciales, autónom@s, catequistas, (...); vecinos de todos los colores, vecinos más progresistas y más próximos a partidos de izquierda como PSOE e IU y vecinos más conservadores, simpatizantes y votantes de PP y UPyD; vecinos que viven en pisos en los barrios de toda la vida, vecinos que viven en los nuevos desarrollos, vecinos con adosados, vecinos con pisos de protección oficial, (...); vecinos, en definitiva, que no entienden cómo es posible que mientras sus impuestos crecen y crecen año tras año, los servicios que les presta su Ayuntamiento sean cada vez menores y de peor calidad.
He de reconocer que me sorprendió gratamente esta unidad y este despertar de un pueblo frente a quien le está asfixiando, pero también me preocupa muy mucho, después de ver su airada reacción en las redes sociales, como un partido, al que Arganda le ha dado su confianza durante años, puede llegar a sentir un odio tan visceral hacia sus vecinos.
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ResponderEliminarMe quedo sobre todo con "vecinos, en definitiva, que no entienden cómo es posible que mientras sus impuestos crecen y crecen año tras año, los servicios que les presta su Ayuntamiento sean cada vez menores y de peor calidad."
ResponderEliminarPorque esta es la única verdad, nuestros impuestos son dignos de pueblos de lujo, de una dotación de infraestructuras y servicios digna de los mejores barrios de Madrid, pero sin embargo, todo ello brilla por su ausencia.