Estoy convencido de que Juán José Millás no podrá resistir la tentación de comentar esta foto en su sección de El País Semanal. Sé que no estoy capacitado para igualar su prosa, ni tan siquiera su ironía, pero el estupor que me produjo esta imagen fue tal, que no he podido evitar escribir algo sobre ella.
En un principio pensé que se trataba de un fotomontaje. Luego recordé que ambas son adalides del recorte y de la manipulación informativa y me dije: para salir más si cabe en Televisión Española se han hecho contratar en Amar en tiempos revueltos, y así de paso el Estado se ahorra el sueldo de dos actrices.
Pero no, la imagen es real. Y lo más triste, la imagen es actual. Está fechada el 7 de octubre de 2012. Una Ministra y una Presidenta de una Comunidad Autónoma de un Estado aconfesional se van de viaje oficial, es decir, cargando los gastos a los maltrechos y recortados bolsillos de los españoles, y para ello se disfrazan de beata de misa de ocho.
Lo extraño de la foto es que ellas, que son escrupulosas con lo que dicen hasta el punto de habernos convertido en la primera potencia mundial en la invención de eufemismos; ellas que tanto critican a la oposición, a los partidos nacionalistas, a los sindicatos, a los manifestantes, (...) porque dañan la imagen de España en el exterior, den esta imagen anacrónica de nuestro país, den esa imagen de país que le cuesta desprenderse de supersticiones, de país que le cuesta evolucionar y modernizarse. Como si no tuviéramos ya bastante con los toros y la monarquía.
Me gustaría que no hubiera sido más que una broma, un ejemplo del humor negro que nos caracteriza. La foto me la envió un amigo diciendo que las hermanas Izquierdo, instigadoras de la matanza de Puerto Hurraco, habían quedado en libertad.
Un déjà vu. Esto ya lo había visto yo antes. No en blanco y negro, eso seguro. En color y con presencia masculina. El sitio, el mismo. De eso estaba convencido. Pero no recordaba la fecha. Releo el escrito. "Se disfrazan de beata de misa de ocho". Eso sólo puede hacerse en sitios de catolicismo arragaido y de socialismo endémico, algo así como andaluz, extremeño o manchego. ¡Tate! ¿Pero no le fue concedido al Arzobispo de Toledo, don Antonio Cañizares, el título de Cardenal por su Santidad Benedicto XVI? Claro. Ahí he visto yo esta imagen. La de altas representantes de un "Estado aconfesional" de viaje oficial, dando una "imagen anacrónica de nuestro país". Sin evolucionar ni modernizarse. Ahí están: de izquierda a derecha, don José María Barreda, a la sazón Presidente de las Juntas de Comunidades de Castilla La Mancha; doña María Teresa Fernández de la Vega, entonces vicepresidenta primera del Gobierno, ministra de Presidencia y Portavoz del Gobierno socialista de la época; y doña Clementina Díez de Baldeón, diputada socialista del Congreso desde el año 1996, Secretaria de la ¡Mujer!, de ¡Educación! y de Sanidad de la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE, felizmente casada con el entonces presidente castellano-manchego.
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Ambas lucen la vestimenta que según el protocolo del Vaticano debían llevar las mujeres que acudieran a recepciones del Santo Padre: vestidos formales en color negro, sin escotes, de manga larga, los cuales deberán llevar la falda por debajo de las rodillas y cubrir la cabeza con una mantilla negra. En otras palabras, vestidas como "beatas de misa de ocho".
Por cierto y sin ánimo de señalar: Puerto Hurraco, pedanía de Benquerencia de la Sierra, provincia de Badajoz, es un municipio que tradicionalmente ha sido gobernado por la izquierda.
Un saludo.
@igrequena