Recordarán de un post anterior (CAPITÁN CAVERNÍCOLA, léanlo si no lo han hecho aún), que este que les escribe sufrió una descarga eléctrica al presionar el botón de apagado del mando a distancia de la tele después de escuchar las lindezas vomitadas por los tertulianos de extremo centro que cada noche vierten en El Gato al Agua. Esta descarga hizo que mis axones se contrajeran y que el 90% de mis sinapsis neuronales se rompieran (el 20% según la Delegación del Gobierno). Desde entonces, cada vez que escucho durante demasiado tiempo a algún político del PP, y ayer tuvimos exceso de Fátima Báñez, mi función cerebral merma y me convierto en…el Capitán Cavernícola ¡JA, JA, JA, JA!
Esta mañana mi cerebro volvía a funcionar con normalidad, pero durante mi transformación había dejado escrito ésto sobre la huelga general:
Ayer, 29 de marzo de 2012 de la era de Nuestro Señor, lo peor que tiene esta gran nación, a saber, politicuchos ultraizquierdistas del Partido Socialista y del Partido Comunista, vagos mantenidos con el dinero de los ciudadanos de bien, agrupados en esas sectas trasnochadas denominadas sindicatos de clase y un grupito de funcionarietes que ven peligrar sus privilegios y sus interminables cafés, salieron nuevamente a ensuciar y destrozar nuestras calles, demostrando el poco respeto que tienen a nuestro sistema democrático, que otorgó al Partido Popular la potestad y la obligación de arreglar el desaguisado creado por los siete años de zapaterismo salvaje.
Estos cuatro gatos (no salió a la calle ni una quinta parte de los que se manifestaron en defensa de la Familia), que estaban tan agustito mientras los cejateros dejaban en la calle y sin recursos a más de cinco millones de españoles, han tardado cien días es revelarse violentamente contra un Gobierno que en sólo tres meses ha emprendido más reformas que en todos los años de infaustos gobiernos socialistas.
El odio que esta gentuza siente por España (más nos valdría a todos que emigraran a Grecia) es tal, que no dudan en cortar calles y medios de transporte, agredir a trabajadores y asaltar empresas, con tal de dañar la buena imagen que Mariano Rajoy está recuperando para este país, sin importarles ni un ápice las graves consecuencias que puedan ocasionar en la recuperación de nuestra economía.
Sin embargo, se han encontrado de frente con la oposición de la mayoría de la ciudadanía que ve con esperanza la ola reformista, y a un Gobierno firme que no se deja amedrentar por cuatro vividores que sólo piensan en captar fondos públicos para proveerse de droga.
Y es que el nivel del nuevo ejecutivo les abruma. La preparación y la calidad política de los Báñez, Gallardón, Wert y compañía, está a años luz de la de las ministras voguerianas que elegía Zapatero, cuyo único mérito era salir bien en las fotos.
En resumen, la huelga general ha sido un rotundo fracaso aunque habrá que ver sus dañinas consecuencias, por lo que el Gobierno, desde hoy mismo, debe continuar por esta senda reformista que tantos halagos está recibiendo de las instituciones internacionales.
Esto les puede parecer una exageración, sobre todo si no han leído nunca un editorial de La Gaceta, pero estoy seguro de que no diferirá demasiado de lo que hoy puedan leer en la prensa de extremo centro. Tal vez necesiten desconectarse el cerebro durante unos minutos para poder entender sus argumentos.
Acertadísimo su post. Lo suscribo, de cabo a rabo -con perdón-, pero solo en lo que escribe el Capitán Cavernícola. Enhorabuena.
ResponderEliminarUn saludo.
@igrequena