No es mi intención entrar a valorar la polémica medida de la reducción de la velocidad en autopista a 110 km/h, ni quiero escribir el enésimo artículo sobre parques eólicos y sobre lo que fue y lo que pudo haber sido. Tampoco tengo los datos suficientes para evaluar la peligrosidad de la energía nuclear aunque me preocupe enormemente la edad de nuestras centrales y la posible ampliación de su vida útil. Simplemente pretendo, que quien se tome la molestia de leer estas líneas, piense en todas las cosas que periodistas y tertulianos nos cuentan sobre la energía y que nos creemos y repetimos sin evaluarlas y sin contrastarlas.
Con el comienzo del nuevo año, aunque ya la veníamos sufriendo en los últimos tiempos, vemos como nuestro recibo de la luz se incrementa en algo más del 10%. Rápidamente el diario El Mundo se apresura a publicar, en portada ni más ni menos, que la culpa de la subida la tiene la energía solar fotovoltaica. Otros medios de comunicación como Veo7, Intereconomía, Libertad Digital, etc., llenan sus tertulias de comentarios despectivos sobre placas y molinillos, definición técnica de paneles solares y aerogeneradores, y sobre los cuatro ricos que se embolsan las primas que se pagan con el dinero de los todos los españoles.
Hay un dato cierto en lo que se publicaba: las primas para la inversión en energías renovables rondaron los 5.000 millones de euros en 2010 suponiendo el 32% de la producción total. Para los que como yo debéis al banco más de cuatro veces de lo que tenéis en vuestra cuenta corriente, la cifra da vértigo. Otro dato, para valorar en su justa medida esta cifra: la subida del precio del barril de petróleo en 12€ los días 24 y 25 de febrero, provocada por la revuelta popular en Libia, supuso para las arcas del estado un gasto adicional de 6.000 millones de euros. Es decir, la crisis geopolítica del norte de África supuso un sobrecoste energético en tan sólo dos días superior a todas las primas a las renovables de todo un año. Con alguna diferencia:
- Las energías renovables no producen emisiones de gases de efecto invernadero, causantes del cambio climático y sus efectos.
- Las energías renovables no generan residuos de difícil tratamiento.
- Las energías renovables son inagotables.
- Las energías renovables son autóctonas.
- Las energías renovables evitan la dependencia del exterior.
- Las energías renovables crean cinco veces más puestos de trabajo que las convencionales.
- Las energías renovables contribuyen decisivamente al equilibrio interterritorial ya que se pueden y se suelen instalar en zonas rurales (dijimos al principio que no íbamos a hablar de lo que pudo haber sido).
- Las energías renovables han permitido a España desarrollar tecnologías propias y ser un referente mundial en I+D+I, al menos en un sector.
Sinceramente creo que el dinero que se invierte en renovables se revierte con creces en la sociedad.
Era mi intención al escribir este artículo hacer que reflexionásemos sobre nuestro modelo energético y su sostenibilidad. Ahí van una serie de preguntas para ayudar en este propósito:
- ¿Por qué somos tan críticos con la subida de la energía eléctrica y pagamos religiosamente y sin rechistar la gasolina al precio que nos imponen?
- ¿Por qué creemos que los paneles solares son cosa de cuatro ricos y no ponemos el grito en el cielo cuando, pagando la gasolina y el gas al precio que la estamos pagando, Repsol y Gas Natural comunican que triplican beneficios?
- ¿Sabemos que España depende energéticamente en un 86% del exterior? Este dato no es del todo exacto ya que se considera autóctona la energía nuclear, que aunque se genera aquí, requiere de una materia prima, uranio, que hemos de importar.
- ¿Sabe alguien que importamos petróleo de doce países pero que en el caso del gas dependemos de tan sólo cuatro? Principalmente de Argelia y Nigeria. ¿Nadie considera esto peligroso?
El agua, el sol y el viento son recursos que tenemos a nuestro alcance y que no aprovechamos tanto como pudiéramos. Son recursos inagotables y gratuitos. Debemos cambiar el modelo o estaremos siempre a expensas de agentes externos y completamente imprevisibles. Las energías renovables no son un lujo medioambiental que proponen cuatro ecologistas, son la solución a un problema mucho mayor en este momento. No hagamos demagogia diciendo que no nos podemos permitir placas y molinillos, que no podemos prescindir de la “superbarata” producción nuclear; lo que no nos podemos permitir es comprar fuera el 90% de la energía que consumimos pagando lo que estamos pagando y desestabilizando todo el sistema.
Totalmente de acuerdo, una vez más. Tenemos las ciudades en Navidá encendidas como si no hubiera crisis y para ello el PP se plantea seguir dando cuartelillo a Garoña... Deprimente. Otro uso de las energías es posible, si se impone el sentido común y miramos a medio y largo plazo :-)
ResponderEliminar