viernes, 9 de mayo de 2014

TEOREMA DE SARDINEFISHER

Después de casi dos meses sin escribir ni una sola línea (las musas son así de caprichosas) me apetecía regresar con una entrada de carácter científico. Así que, en busca de inspiración, saque de mi librería el último número de la revista Science, que lo tengo, porque como bien dijo Jesucristo: Está escrito, no solo de Arganda Marca vive el hombre.

A lo que iba. Estaba yo ojeando la prestigiosa revista cuando un artículo llamó poderosamente mi atención. Un científico inglés, llamado Paul R. Sardinefisher, había realizado un importante descubrimiento que revolucionaría el sector de la limpieza viaria, abaratando costes y aliviando así las maltrechas cuentas corrientes municipales de media Europa.

El Dr. Sardinefisher lleva mucho tiempo estudiando la capacidad de las papeleras urbanas y tras duros años de trabajo ha llegado a una conclusión que se resume en el siguiente teorema:

"La capacidad de una papelera no depende de la dimensión de la misma ni de la cantidad de residuos sólidos urbanos que se depositen en ella, sino que es directamente proporcional al agujero de las arcas del municipio en el que se encuentre ubicada"

Este teorema puede expresarse matemáticamente como:


donde V es el volumen de basura que admite la papelera, c es la velocidad de la luz que siempre le da un toque de distinción a las fórmulas matemáticas, y si no que se lo pregunten a Albert Einstein, Ks es una constante de proporcionalidad denominada Constate de Sardinefisher en honor a su descubridor y D es la deuda municipal, en mayúsculas y al cuadrado.

                                                                                                                              Fig.1

                                                                                                                                                             Fig.2

En las figuras 1 y 2 se puede comprobar como una vez que una papelera alcanza su capacidad máxima no es necesario que se vacíe por el servicio municipal de limpieza, gastando dinero de los contribuyentes, ya que ésta es capaz de autorregularse indefinidamente en el tiempo.

La realidad es que estoy francamente cabreado porque, pese a las subidas constantes y abusivas de los impuestos municipales, las papeleras de mi calle, el Pso. de la Estación de Arganda del Rey, se vacían cada tres semanas en el mejor de los casos porque una parte importantísima del dinero que recauda mi Ayuntamiento se destina a pagar la brutal deuda en la que el Partido Popular nos ha colocado.

He querido dar un toque científico a la protesta para que el Gobierno Municipal sea consciente de la seriedad de mi descontento y del de mis vecinos. Bien podría haber escrito cuatro gracietas de las mías y haber bautizado este post como Historia de una papelera.

1 comentario:

  1. Humor y crítica social, los ingredientes perfectos.

    Un abrazo, @adriantsn

    ResponderEliminar